La Estatua de la Libertad: la innovación de una estructura grandiosa
El pueblo de Francia entregó la Estatua de la Libertad al pueblo de los Estados Unidos hace más de cien años en reconocimiento de la amistad establecida durante la Revolución Americana. Con los años, la Estatua de la Libertad ha crecido para incluir la libertad y la democracia, así como esta amistad internacional. El escultor Frederic Auguste Bartholdi recibió el encargo de diseñar una escultura que pasaría a la historia.
La estatua fue un esfuerzo combinado de Estados Unidos y Francia. Se acordó que Estados Unidos construiría la base, y Francia construiría la estatua y la ensamblaría en los Estados Unidos.
Bartholdi requirió la asistencia de un ingeniero para abordar problemas estructurales asociados con una enorme escultura de cobre. El elegido fue nada menos que Alexandre Gustave Eiffel (quien después triunfaría con la Torre Eifell), contratado para diseñar el pilón de hierro masivo y el marco esquelético, uno de los desafíos más relevantes.
La importancia del cobre
Uno de los trucos en el diseño de la estatua fue permitir la expansión térmica en el cobre. Cuando un material pasa por cambios de temperatura, las dimensiones cambian. El marco esquelético permite que la carcasa de cobre se mueva de forma independiente y se mantenga en posición vertical.
Otro problema era qué hacer el marco esquelético interno. El bronce y la piedra fueron arrojados debido al hecho de que la estatua debe ser enviada y estos materiales eran demasiado pesados.
Se decidió que el acero se usaría debido a su peso ligero en comparación con el bronce y la piedra. Para hacer el marco se utilizó una técnica llamada repositorio, que es una técnica para crear formas escultóricas martillando láminas de metal dentro de moldes. Más ligero que el metal fundido, el repositorio era el único método disponible que permitiría que un trabajo tan monumental se enviara al extranjero.
La Estatua de la Libertad mide 305 pies de altura y usa 31 toneladas de cobre y 125 toneladas de acero. Los vientos de 50 millas por hora hacen que la estatua se balancee 3 pulgadas y la antorcha se balancee 5 pulgadas.
Además de un símbolo mundial de reconocido prestigio, la Estatua de la Libertad representa también uno de los mayores logros de la innovación en estructuras modernas.
