Headhunting: Cómo seleccionar a un líder

liderazgo empresarial

Ante una realidad empresarial en constante evolución y de cambios disruptivos, cada vez se hace más necesario tener al frente a auténticos líderes que dirijan equipos y que sean capaces de inspirar y motivar al resto para alcanzar los objetivos establecidos.

Pero, entre toda la multitud, ¿cómo se puede encontrar a un líder?

Si habláramos de jefes, resultaría más sencillo. Basta con otorgar un determinado poder a una persona. Pero la tarea se complica cuando hablamos de liderazgo, porque es una competencia profesional que se conquista y no es algo que se detecte en el currículum.

Hay muchos líderes que están en la sombra, profesionales sin cargo que con su ejemplo transforman y mejoran  su entorno y dejan huella. Y también personas con puestos de liderazgo que realmente no lo tienen, porque carecen de los valores necesarios para ser merecedores de atribuirse ese nombre.

Cada vez es más necesario tener al frente a auténticos líderes que dirijan equipos desde la inspiración y la motivación para alcanzar los objetivos establecidos.

Índice
  1. ¿Qué es el Headhunting?
  2. 8 características de un buen líder
    1. 1. Generoso y humilde
    2.  2.  Con Pasión
    3. 3. Persona con visión estratégica
    4. 4. Persona con autoconocimiento y autocontrol
    5. 5. Valiente
    6. 6. Motivador
    7. 7. Empático
    8. 8. Gran comunicador y con habilidades sociales

¿Qué es el Headhunting?

Por eso, ante la dificultad de hallarlos, muchas empresas deciden externalizar la selección de personal a consultoras de Recursos Humanos, capaces de detectar ese brillo entre tantos profesionales, a través del Headhunting: un método de búsqueda y selección de talento en el que el Headhunter o cazatalentos realiza una búsqueda directa del perfil que le han solicitado sin que el candidato tenga la necesidad de buscar trabajo o se haya dirigido a éste previamente.

Para ello, un equipo de expertos en Recursos Humanos pone en marcha completos procesos de selección a través de búsqueda directa, en redes sociales profesionales, en la competencia del cliente que contrata el servicio o a través de bases de datos propias.

Además, se realizan entrevistas competenciales, biográficas y por valores, y se pasan pruebas psicotécnicas, de análisis de comportamiento y de personalidad, para complementar las entrevistas personales en profundidad. Y es en la fase final, cuando se solicitan referencias y se contrastan sus anteriores experiencias profesionales.

8 características de un buen líder

Para elegir un buen líder debemos analizar sus principales cualidades. En los procesos de selección se tienen en cuenta estas 8 características:

cualidades de un buen lider

 

1. Generoso y humilde

Los  grandes líderes tienen que ser generosos. Porque van más allá de su propio interés, y ponen el foco en el desarrollo del equipo, del proyecto y de la propia organización.

Mostrando humildad, siempre colaboradores, atentos y dispuestos a ayudar, son capaces de inspirar, desarrollar, cuidar y alentar a las personas.

 2.  Con Pasión

Un líder al que no le apasione el proyecto en el que está trabajando, difícilmente podrá implicar al resto del equipo en la consecución de los objetivos que propone. La pasión es contagiosa y debe ser capaz de trasladarla al resto de empleados.

3. Persona con visión estratégica

La pasión es fundamental en el desarrollo del liderazgo. Pero siempre hay que establecer un equilibrio entre el aspecto emocional y el racional. No hay que olvidar que un directivo es contratado para cumplir con una determinada meta empresarial. Y en su mano está poner en práctica sus conocimientos y habilidades sociales para llevar a su equipo a su consecución, asignando a cada miembro unos objetivos claros y alcanzables.

4. Persona con autoconocimiento y autocontrol

Además, para liderar a otros, primero se necesita crecer en el liderazgo de uno mismo.

Para ello, para poder guiar al equipo  hacia un objetivo organizacional, es necesario que comience teniendo una definición de la visión que tiene de su propia vida, que sepa gestionar sus emociones, que tenga seguridad en sí mismo, que se responsabilice de sus propias acciones y que sepa identificar sus debilidades, para ser capaz de solventarlas.

Así es como se tejen los líderes carismáticos que influyen en el resto. Porque, al final, el dominio de nuestra propia persona nos permite ser magistrales en todo lo que hacemos.

La empatía, el autoconocimiento, el autocontrol y la visión estratégica son algunas de las características que debe tener un buen líder.

5. Valiente

Un grupo de trabajo siempre espera que su líder sea alguien que tome las riendas sobre cualquier tipo de problema, y que pueda tomar las decisiones más difíciles, generando un ejemplo de confianza y seguridad de cada uno de los integrantes.

6. Motivador

El liderazgo que se asocia con niveles altos de motivación es aquel que estimula el desarrollo tanto personal como profesional.

En este caso, el directivo será capaz de influir de forma positiva en el resto de empleados para que, de forma libre, se implique, se comprometa y se identifique con los objetivos y valores de la empresa. Mostrará mayor iniciativa y será, al fin y al cabo, más productivo.

7. Empático

Un buen líder debe ser capaz de ponerse en la piel de otra persona.

Debe comprender e interesarse por sus compañeros, por sus dificultades, y por el origen de las mismas.

La gestión empática resulta imprescindible para establecer una buena relación cercana, confiable y fluida. Gracias a ello podrá modular y adaptar su discurso dependiendo de la persona o personas con las que se está comunicando, ya sean compañeros, clientes o potenciales usuarios.

8. Gran comunicador y con habilidades sociales

Siempre se ha identificado a los grandes líderes como grandes comunicadores. Aquellos que son capaces de inspirar a todo aquel que tienen a su alrededor con sus palabras. Para ello, cualquier persona que ocupe un puesto directivo, debe esforzarse por comunicarse con la mayor claridad y eficacia posibles para saber trasladar los objetivos y mensajes clave a todo su equipo.

Pero en la comunicación también resulta esencial la escucha activa. Por ello, los líderes deben ser unos excelentes oyentes, ya que es la única forma de captar los detalles que los demás pasarían por alto, comprender el mensaje en su contexto, y establecer un diálogo constructivo.

Un diálogo que también es clave para convencer, persuadir y negociar sobre cualquier asunto, y que también tiene que establecer con todas las áreas de la compañía, haciendo gala de sus habilidades sociales. Porque al fin y al cabo, un verdadero líder no sólo es capaz de influir dentro de su equipo. Su brillo es capaz de alcanzar todos los ámbitos de la empresa.

 

 “Un líder lleva a las personas a donde nunca habrían ido solas”

Hans Finzel

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