Alimentación sana en la oficina ¿Cómo te alimentas mientras trabajas?

La jornada laboral en España ocupa alrededor de un tercio de las horas de nuestro día a día y es muy exigente: a menudo nos levantamos temprano, y tenemos que acometer una larga lista de tareas que requieren de nuestro esfuerzo y concentración: reuniones, visitas, preparación de informes, asesoramiento a clientes, cumplimiento de objetivos, y un largo etcétera. Cuando finaliza la misma, en muchas ocasiones nos sentimos exhaustos.

Cada profesional se ve sometido diariamente a un alto nivel de presión dentro de un entorno laboral de alcance de resultados. En ocasiones tenemos la sensación de que “el tiempo vuela”. Vemos transcurrir las semanas, meses y años a una velocidad de vértigo. ¿No sería bueno pararnos a pensar cómo nos estamos cuidando y alimentando cada día en este entorno laboral? Al fin y al cabo, forma parte imprescindible de la promoción y protección de nuestra salud en el entorno laboral, que promueve la Organización Mundial de la Salud.

Consejos para una alimentación saludable en la oficina

El tema de la alimentación saludable es cierto que parece estar de moda en la actualidad. Existen un sinfín de artículos y una muy variada bibliografía con diferentes teorías, dietas, preguntas que los profesionales y no profesionales de la nutrición y dietética responden de manera muy diferente. Si tienes tiempo, te recomiendo encarecidamente que te adentres en el estudio del tema de la nutrición y que te cuestiones las diferentes teorías hasta encontrar y definir la tuya propia, la que más encaje contigo, conociendo y escuchando a tu cuerpo.

Mantener una alimentación saludable mientras trabajas resulta vital para tu bienestar físico y emocional, además de que ayuda a proteger tu equilibrio.

Sin embargo, hay algunos aspectos muy básicos y pautas de alimentación que todos podemos seguir de manera muy sencilla para que cuidarnos nutricionalmente hablando forme parte de nuestro día, también en la oficina, también mientras trabajas. Esas 8 horas del día son fundamentales para tu bienestar físico y emocional y para proteger tu equilibrio. No lo dejes para después.

  • Desayuno, ¿qué es lo recomendable?

Si tomas cereales, recuerda que es importante que no sean refinados y vigiles la cantidad de azúcar. Una buena alternativa es comprar por ejemplo avena integral y hacer un porridge con frutas, nueces y canela. Otra buenísima opción es tomar unos huevos revueltos o cocidos, son una fuente de proteínas muy completa y rica en nutrientes esenciales.

  • A media mañana: un tentempié saludable

Puedes tomar una pieza de fruta como una manzana, (ayuda a eliminar toxinas y tiene propiedades digestivas y anticancerígenas), unos arándanos, (estimulan el sistema inmunológico) o un plátano (con alto contenido en potasio y favorece la eliminación de líquidos)

Los frutos secos son una excelente opción: un puñado de nueces, almendras o pistachos tienen en su composición natural menos del 50% de agua y son a la par alimentos muy energéticos, ricos en grasas saludables, tan necesarias para un buen funcionamiento de nuestro cerebro y organismo y rendir mejor en el trabajo, así como en proteínas y en oligoelementos.

  • Hora de comer: comida rica en nutrientes para un buen aporte de energía.

La Escuela de Salud Pública de Harvard ha elaborado un ejemplo de disposición de los alimentos que han de aparecer (y en qué proporciones) en nuestro plato a la hora de la comida. Da protagonismo y prioridad a las verduras y vegetales (cuanto más variados, mejor), granos integrales y semillas. Como proteínas, incluye las legumbres, algunos frutos secos, pescado y carne de ave. Trata de usar siempre aceites saludables como el de oliva y especias para cocinar y condimentar tus platos reduciendo así la ingesta de sal.

  • Media tarde: últimas horas de la jornada laboral.

Un buen momento para disfrutar de una infusión: Tanto té verde, té rojo, poleo como rooibos poseen propiedades antioxidantes y depurativas. Evita en la medida de lo posible las bebidas azucaradas y refrescos, pues tienen enormes cantidades de gas, poco o ningún ingrediente natural y aumentan el riesgo de obesidad y de padecer diabetes tipo 2. Cuanto más natural sea tu alimentación, mucho mejor para tu salud.

Sustituir los alimentos dañinos o poco saludables es uno de los aspectos básicos y pautas de alimentación para cuidarnos nutricionalmente cada día.

Y tras salir de la oficina… ¿qué?

 El cuidado de tu organismo es una responsabilidad que mantener las 24h del día que te reportará un enorme bienestar y beneficios en tu salud. Recuerda tratar de seguir alimentándote bien también fuera de la oficina.

El método es sencillo, simplemente consiste en sustituir aquellos alimentos dañinos o poco saludables por aquellos que mejor encajen contigo, tengan los nutrientes que tu cuerpo y mente necesitan y sean de tu gusto. Para ello has de conocerte bien y complementar tu cuidado con dormir 8 horas al día, descansar y relajarte (mantén a raya el estrés: puedes practicar Mindfulness, meditación, técnicas de relajación o yoga), hacer algo de ejercicio (caminar, correr o nadar dan muy buenos resultados) y practicar aquellas aficiones que te gusten (disfruta de tu creatividad y alimenta también a tu cuerpo con un buen libro, una película o una buena conversación entre amigos)

… Y por qué no, date algún capricho de vez en cuando en tu alimentación.

El triunfo de las máquinas de vending

Seguramente cualquiera de nosotros como profesionales nos hemos sentido reflejados en una situación similar a ésta:

Son las 11:00 de la mañana. No hemos comido nada aún, llevamos con prisas durante toda la mañana; sin embargo, salimos de una reunión y notamos cómo el hambre empieza a intensificarse. Pero tenemos que entregar un documento antes de las 12:00. Así que, cuando finalmente lo hacemos, el hambre ya decide por nosotros.

Nos levantamos y vamos a la máquina de vending. El cerebro ve todos esos alimentos tan llamativos y decide que, en el punto en el que se encuentra, lo más deseable es aumentar el pico de glucosa con alguno de todos esos alimentos procesados ricos en azúcar que se nos ofrece en envoltorios atractivos, poco sano y bajo en nutrientes. Lo devoramos rápidamente por un breve instante nos sentimos mejor, pero al ser calorías vacías, al poco tiempo volvemos a tener hambre. ¿Volvemos a la máquina de vending?

No es difícil entender dónde radica el negocio de las máquinas de vending. Cuando nos acercamos a ella estamos ya en un punto donde nuestro cerebro reclama desesperadamente nuestra atención. Hemos de conocer a nuestro cuerpo, cuidarlo y actuar de manera preventiva y protectora con él.

 

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